sábado, 13 de julio de 2013

"A las brujas les encantan las letras" TEATRO

Personajes:
Narrador
Brujas 1, 2, 3 y 4
Simón, un duende
Letras*

*Nota: Pueden ser actores o títeres.

(Transcurre durante una noche de luna llena y misteriosa, en algún rincón del campo. Ahí, las brujas están sentadas en torno a una gran olla y rodeadas de frascos.)

NARRADOR: (Siempre al público) Como bien se sabe, en sus hechizos las brujas usan letras….
BRUJA 1: (Hace unos pases) Apabrapacapadapabrapa papatapadepe capabrapa quepe tuspu opojospose pe cieperrenpe ypy tupu bopocapa sepe apabrapa.
BRUJA 2: (La imita) Abracuticacutidacutibracuti pacutitacuti decuti cacutibracuti elcuti pecutirrocuti macutiúcutillacuti ycuti elcuti gacutitocuti lacutidracuti.
BRUJA 3: Anonobranonocanonodanonobranono panootanono denono canonobranono lasnono cononosasnono másnono linnonodasnono sonnono lasnono másnono manonocanonobrasnono.
NARRADOR: Y como las vocales y consonantes se niegan a estar por propia voluntad en sus bocas…
BRUJA 4: ¡Debemos prepararlas en conservar para comérnoslas en invierno!
BRUJAS: (Bailan mientras canturrean)
¡Nos encanta comer letras!
¡El alfabeto enterito!
¡Nos fascina comer letras!
¡Desde la a hasta la zeta!
NARRADOR: Así es que, cierta noche de verano, hasta que el gallo da su tercer cacareo, se van al campo a envasar letras que cazan por montones…
LETRAS: (Al verlas, comienzan a huir seguidas por las brujas)
BRUJA 1: (Sin dejar de seguir y atrapar a las LETRAS) Yo las cazo en libros…
BRUJA 2: Yo, me las robo de las cartas de amor.
BRUJA 3: Y yo, de los poemas.
NARRADOR: Entonces, las meten en frascos y les echan un almíbar repugnante para nosotros…
BRUJA: (Prueba lo que prepara en la olla) Pero que para nuestro oscuro paladar… ¡Es riquísimo!
NARRADOR: Como el proceso las aburre, toman prisionero algún duende para que les cante o les cuente chistes. Una vez, Simón debió entretenerlas…
SIMÓN: (Al público) Pero me propuse cambiar el cruel destino de las letras, a las que amo muchísimo porque soy poeta.
NARRADOR: En cierto momento, cuando ya se le había pelado la garganta de tanto cantarles y les había dicho cuanto chiste conocía, dijo a las brujas…
SIMÓN: Estimadísimos adefesios, ¿Se animan a las adivinanzas?
NARRADOR: A las tipas les sonó a desafío. Dejaron las letras que estaban metiendo en frascos y prestaron atención al acertijo.
SIMÓN: En medio del mar estoy
y no soy astro ni estrella
ni tampoco cosa bella
¿Adivina lo que soy?
NARRADOR: Las dañinas pensaron y pensaron, hasta que a una de ellas gritó…
BRUJA 1: ¡La A!
SIMÓN: ¡La felicito, es usted espantosamente inteligente!
NARRADOR: (Mientras, sin que las noten, las LETRAS escapan) Las demás se mataban de la risa por la brillantes de la adivinanza, sin darse cuenta que algunas letras aprovechaban para escapar.
SIMÓN: (Al público) Pero aún había un montonazo de letras prisioneras (A las brujas) A ver, admirables esperpentos, si se saben esta:
Por más que en el cielo estoy
y sin mí no hubiera fe,
ándome yo por la tierra
y en el infierno también.
NARRADOR: Una de las brujas acertó…
BRUJA 2: La sé: es la E.
SIMÓN: ¡Qué sombríamente inteligentes es usted! Pido zapateos en honor de la ganadora…
BRUJAS: (Zapatean, en medio de risotadas y aullidos)
NARRADOR: (Mientras, sin que las noten, las LETRAS escapan) De ese modo, las brujas levantaron suficiente polvo para que otras letras huyeran. Antes, abrían los frascos y liberaban a sus pares.
(Se oye al gallo cantar una vez)
SIMÓN: (Al público) ¡Debo apurarme! (A las brujas) Otra más, destacables mamarrachos:
Soy un palito
muy derechito
y sobre la frente
llevo un mosquito.
NARRADOR: Se ve que esa fue fácil, porque las brujas no tardaron en responder a coro...
BRUJAS: !La I!
SIMÓN: ¡Claro que sí! ¡A cerrar los ojos durante quince minutos para celebrar el triunfo de todas!
BRUJAS: (Cierran los ojos mientras cuentan hasta quince)
NARRADOR: (Mientras, sin que las noten, las LETRAS escapan) Y las letritas aprovecharon para escapar, también para ayudar a fugarse a otras.
(Se oye al gallo cantar otra vez)
SIMÓN: (Al público) El gallo cantó por segunda vez y todavía quedaban frascos por abrir…
BRUJA 3: ¡Quince! (Abre los ojos) Dele nomás, Simón, que aún hay tiempo para otras adivinanzas.
SIMÓN: (Algo nervioso)
El burro la lleva a cuestas,
metida está en el baúl;
yo no la tuve jamás,
y siempre la tienes tú.
BRUJA 4: Esa es fácil… La U.
SIMÓN: ¡Usted es lo más genial que existe! Si hasta debe tener dos cerebros.
(Se oye al gallo cantar de nuevo)
NARRADOR: Cuando el gallo cantó por tercera vez, sólo quedaba Simón.
SIMÓN: (Al público) También debo escapar, pero las brujas ya se están dando cuenta del timo. De esta no me salvo, salvo que... (Se le ocurre algo) ¡Ya sé! (A las brujas) Una última y se pueden ir a casa con sus letritas envasadas…
Me encuentro siempre en navío
y nunca estoy en el mar.
La última soy del hielo,
en sol el segundo lugar.
BRUJAS: (Gritan y aúllan espantadas)
NARRADOR: ¡Todas se espantaron! ¡Se horrorizaron! ¡Hasta arcadas les dieron! No porque no conocieran que la respuesta era la O.
SIMÓN: Sino porque en mi adivinanza nombré al sol.
(El sol comienza a iluminar la escena)
BRUJAS: ¡Y a nosotras nos da asco el s… s… sol! (Salen como rayos, muertas de asco)
NARRADOR: Así, el duende Simón salvó su vida y todo el abecedario.
LETRAS: (Celebrando, llevando en andas a Simón)
Simón, boro bombón,
es nuestro héroe,
todo un campeón.
Simón, borombombín,
a vocales y consonantes
rescató de un triste fin.
NARRADOR: En cuanto a las brujas…
BRUJA 1: (Asoma la cabeza muy enojada, igual que sus colegas) Ese invierno no tuvimos letras en conservas para comer.
BRUJA 2: Y nos la pasamos a pura sopa…
BRUJA 3: (Se relame) ¡Hummmm….nuestro plato preferido!
BRUJA: Es que a nosotras nos gusta todo lo que los chicos aborrecen.
LETRAS: Simón, borombombón,
a las brujas les dio
un tremendo trompadón.
Simón, borombombín,
Y así esta historia
llegó a su fin.

Telón.

 
AUTOR FABIAN SEVILLA

miércoles, 3 de julio de 2013

BRUJILERÍAS


ERA UNA BRUJA PIRUJA, MARUJA, DE CABELLO ROJO ENRULADO QUE LOS DÍAS DE HUMEDAD SE VOLVÍAN TRAVIESOS Y LE CAÍAN EN RULOS SOBRE SU FRENTE, SUS OJOS ERAN NEGROS Y SALTONES, SU NARIZ GRANDE, AUNQUE NO TENÍA NI UN LUNAR O VERRUGA Y SU PIEL BLANCA COMO LA LECHE A PESAR QUE SIEMPRE VESTÍA DE NEGRO.
                                                                                                                  
TODAS LAS NOCHES PREPARABA EN SU CALDERO POCIONES CON PATAS DE CIEMPIÉS, OJOS DE CARACOL Y COLA DE BABOSA.

LA GENTE DEL PUEBLO VENÍA A PEDIRLE QUE LES CURE UN CAYO DEL DEDO GORDO DEL PIE O UNA VERRUGA DE LA PANZA O UNA UÑA ENCARNADA Y ELLA SIEMPRE DISPUESTA LES REGALABA SUS POCIONES.

A VECES TODO SALÍA BIEN, PERO OTRAS ¡SE METÍA EN CADA LÍO!

UN DÍA LA VISITÓ DOÑA EDUVIGES, QUE ERA LA CHISMOSA DEL PUEBLO, PARA PEDIRLE QUE CURE A SU LORO QUE SE HABÍA QUEDADO MUDO Y POR MÁS QUE ELLA LE HABLARA, EL LORO NO DECÍA NI UNA PALABRA.

NUESTRA BRUJA PIRUJA, BIRUJA, DECIDIÓ AYUDARLA Y PREPARÓ ESA NOCHE UNA SOPA CON LENGUA DE MOSQUITO Y PATAS DE GUSANO. EL LORO TOMÓ LA SOPA...PERO NO HABLÓ.

DOÑA EDUVIGES MUY FURIOSA VISITÓ NUEVAMENTE A LA BRUJA CHIRUJA, MIRUJA, PARA DECIRLE QUE SU LORO SEGUÍA MUDO. FUE ENTONCES CUANDO LA BRUJA FIRUJA, FRUJA, DECIDIÓ USAR TODO SU PODER Y REALIZÓ UN HECHIZO A LA LUZ DE LA LUNA, LÁSTIMA QUE ESA NOCHE HUBO MUCHAS NUBES, PARA QUE EL LORO DE DOÑA EDUVIGES HABLE.

NO SABEMOS SI FUE ESO O QUE FUE, PERO EL LORITO COMENZÓ A HABLAR, PERO NO PARA PEDIR LA PAPA SINO PARA CONTAR LOS CHISMES QUE DECÍA DOÑA EDUVIGES Y AUNQUE ÉSTA TRATÓ POR TODOS LOS MEDIOS DE CALLARLO, EL LORO HABLABA Y HABLABA SIN PARAR.

ASÍ FUE COMO LA BRUJA PIRUJA, MARUJA, LIRUJA, BIRUJA, CHIRUJA,...DECIDIÓ DEJAR DE HACER HECHIZOS Y DEDICARSE AL CULTIVO DE RABANITOS QUE SIEMPRE LE HABÍAN GUSTADO EN LA ENSALADA.
FIN.
¿Se te ocurre otro lío que pudo haber causado la bruja Piruja Maruja con sus pociones mágicas?


Maese Trotamudos - Javier Villafañe

Maese Trotamudos - Recursos educ.ar

Zamba en la casa de Tucumán - Recursos educ.ar

Zamba en la casa de Tucumán - Recursos educ.ar

LOS SUEÑOS DEL SAPO

Una tarde un sapo dijo:

- Esta noche voy a soñar que soy árbol.

Y dando saltos, llegó a la puerta de su cueva. Era feliz; iba a ser árbol esa noche.

Todavía andaba el sol girando en la vereda del molino. Estuvo largo rato mirando el cielo. Después bajó a la cueva, cerró los ojos y se quedó dormido.

Esa noche el sapo soñó que era árbol.

A la mañana siguiente contó su sueño. Más de cien sapos lo escucharon:

- Anoche fui árbol - dijo -, un álamo. Estaba cerca de unos paraísos. Tenía nidos. Tenía raíces hondas y muchos brazos como alas, pero no podía volar. Era un tronco delgado y alto que subía. Creí que caminaba, pero era el otoño llevándome las hojas. Creí que lloraba, pero era la lluvia. Siempre estaba en el mismo sitio, subiendo, con las raíces sedientas y profundas. No me gustó ser árbol.

El sapo se fue, llegó a la huerta y se quedó descansando debajo de una hoja de acelga.

Esa tarde el sapo dijo:
- Esta noche voy a soñar que soy río.

Al día siguiente contó su sueño. Más de doscientos sapos formaron rueda para oírlo.

- Fui río anoche - dijo-. A ambos lados, lejos tenía las riberas. No podía escucharme. Iba llevando barcos. Los llevaba y los traía. Eran siempre los mismos pañuelos en el puerto. La misma prisa por partir, la misma prisa por llegar. Descubrí que los barcos llevan a los que se quedan. Descubrí también que el río es agua que está quieta, es la espuma que anda; y que el río siempre está callado, es un largo silencio que busca orillas, la tierra, para descansar. Su música cabe en las manos de un niño; sube y baja por las espirales de un caracol. Fue una lástima. No vi una sola sirena; siempre vi peces, nada más que peces. No me gustó ser río.

Y el sapo se fue, volvió a la huerta y descansó entre cuatro palitos que señalaban los límites del perejil.

Esa tarde el sapo dijo:
- Esta noche voy a soñar que soy caballo.

Y al día siguiente contó su sueño. Más de trescientos sapos lo escucharon. Algunos vinieron de muy lejos para oírlo.

- Fui caballo anoche - dijo-. Un hermoso caballo. Tenía riendas. Iba llevando un hombre que huía. Iba por un camino largo. Crucé un puente, un pantano; toda la pampa bajo el látigo. Oía latir el corazón del hombre que me castigaba. Bebí en un arroyo. Vi mis ojos de caballo en el agua. Me ataron a un poste. Después vi una estrella grande en el cielo; después el sol; después un pájaro se posó sobre mi lomo. No me gustó ser caballo.

Otra noche soñó que era viento. Y al día siguiente dijo:
- No me gustó ser viento.


Soñó que era luciérnaga, y dijo al día siguiente:
- No me gustó ser luciérnaga.

Después soñó que era nube, y dijo:
             
 - No me gustó ser nube.

Una mañana los sapos lo vieron muy feliz a la orilla del agua.

-¿Por qué estás tan contento? - le preguntaron.

Y el sapo respondió.
- Anoche tuve un sueño maravilloso. Soñé que era sapo.


      
                                                                JAVIER VILLAFAÑE 

 En: http://bpcd-jv.blogspot.com.ar

DON LIBRO ESTÁ HELADO

                                             

Estaba el señor don Libro
sentadito en su sillón,
con un ojo pasaba la hoja
con el otro ve televisión.

Estaba el señor don Libro
aburrido en su sillón,
esperando a que viniera... (a leerle)
algún pequeño lector.

Don Libro era un tío sabio,
que sabía de luna y de sol,
que sabía de tierras y mares,  

de histotias  y aves, 
de peces de todo color.        

Estaba el señor don Libro,
tiritando de frío en su sillón,
vino un niño, lo tomo en sus manos
y el libro entró en calor.
 

                            GLORIA FUERTES.

LAS NORMAS DE CONVIVENCIA

Las normas de convivencia
hoy vienen a desfilar
para que todos las conozcan
y las puedan practicar.
                                                                             Al llegar en la mañana
                                                                             buenos días o como estás
                                                                             se saluda y se despide
                                                                             hasta luego, adiós o bye-bye.

Cuando te hacen un favor
las gracias se deben dar
ésta es una cortesía
que no debes olvidar.

                                                                            Si ofendemos a los amigos
                                                                            nos debemos disculpar
                                                                           con un lo siento amiguito
                                                                           o ¿me puedes perdonar?

Si pides algo prestado
o que te dejen pasar
pide siempre un favorcito
y no lo pueden negar.

                                                                           En la casa y en la escuela
                                                                           y siempre en todo lugar
                                                                           lo que agarres  o lo uses
                                                                           ponlo siempre en su lugar.

Si vas a salir de casa
o el salón debes dejar
no olvides pedir permiso
al maestro o los papás.

                                                                           La cortesía y el cariño
                                                                           las manos se deben dar
                                                                           usa siempre un te quiero
                                                                           y un abrazo de verdad.


CARMELITA

Día del libro

15 de Junio 

                    DÍA NACIONAL DEL LIBRO  

Esta celebración comenzó en Argentina el 15 de junio de 1908 como “Fiesta del Libro”. Ese día se entregaron los premios de un concurso literario organizado por el Consejo Nacional de Mujeres. En 1924, el Decreto Nº 1038 del Gobierno Nacional declaró como oficial la “Fiesta del Libro”.
El 11 de junio de 1941, una resolución Ministerial propuso llamar a la conmemoración “Día del Libro” para la misma fecha, expresión que se mantiene actualmente.